Escaparates vivientes

Escaparates originales, pintados, que invitan a entrar, que son un reclamo; interactivos, con encanto. Otra iniciativa por la que podéis apostar, en vuestro comercio, es hacer de vuestras vitrinas de entrada algo vivo o, en otras palabras, escaparates vivientes.

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¿Por qué no aprovechar ese espacio para impactar al transeúnte? ¿Por qué no utilizar a personas de carne y hueso, con hechuras reales, sobre las que se ve, de manera más ajustada, cómo pueden quedar las prendas, complementos o hacer uso de los productos que vendéis? ¿Por qué no contar una historia, incluso, o que vuestra imaginación vuele con ciertos detalles de los escaparates vivientes que puedan desencadenarla?

Encontramos variados ejemplos de este tipo de escaparates en comercios de diversa envergadura y para diferentes objetivos. Uno de los ejemplos más famosos fue el de Pamela Anderson que posó desnuda en el escaparate de la tienda londinense de Stella McCartney en protesta del uso de pieles de animales como prendas de ropa, allá por 2006. Desde entonces, los comercios han aprovechado las bondades de un escaparate que cobra vida y dinamismo de manera más o menos espectacular. Las lencerías, uno de los sectores textiles que más usa este tipo de escaparates vivientes, tienen en la sensualidad su reclamo mayor, como La Perla o Calvin Klein.

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En cuanto a la poca ropa que enseñar, le andan a la zaga comercios deportivos cuyos modelos posan con bañadores de temporada en algo que provoca ganas de verano, una sensación, aún fuera de época, lo que lleva al aumento de ventas. Firmas como Inter Sport o Springfield han sido usuarios de este tipo de iniciativa comercial. Tiendas deportivas, firmas cosméticas que vendían una imagen de Barbie con una modelo con ese estilo o, incluso, firmas que usan la técnica del body painting para decorar parte del cuerpo de modelos y ponerle el contrapunto a la ropa que portaban en los escaparates vivientes.

Modelos estáticos en una pose estándar, de pie o sentados. Modelos más dinámicos en movimiento o interacción. Modelos que no solo reflejan la filosofía y el espíritu de una firma, a través de las prendas que llevan sino, también, un estilo de vida en la que sus productos se integran. Fue el caso de Cortefiel que usó, en su escaparate viviente, una modelo leyendo en un espacio decorado. Un elemento también importante en alguno de estos escaparates, el del interiorismo como un espacio más del interior de la tienda o de un hogar.

Iniciativas que no sólo han desarrollado grandes firmas sino también espacios menos conocidos como el centro comercial El Mirador que participó, en 2010, en la Primera Jornada de Escaparatismo Viviente. En ésta, los estudiantes del instituto Alfonso XVIII de Cuenca fueron modelos que desarrollaban una actividad innovadora en la ciudad.

En Murcia encontramos otra propuesta que realizaron, en marzo de 2013, los comerciantes de las boutiques del centro para promover las compras de cara a la colección de primavera que sacaban. Una actividad que congregó a diferente tipo de población en lo que puede ser una actividad que cree comunidad entorno a la compra, en un acto terapéutico, en ocasiones, como es el de salir a ver escaparates.

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De esta forma, la iniciativa que puede desarrollar cualquier tipo de comercio, más o menos grande, de usar modelos en escaparates vivientes es algo divertido y atractivo para los posibles consumidores que pueden disfrutar tanto como lo hizo la cantante Alaska cuando presentó uno de los trabajos de su grupo Fangoria, en el escaparate de la Fnac Madrid, en 2006. “Gracias por convertirnos en maniquíes de escaparate que es lo que siempre hemos querido ser” declararon. Una opción comercial que podéis tener en cuenta.