La creatividad no tiene límites. En este post compartimos con vosotros los sorprendentes hallazgos que hemos hecho sobre bonitas ópticas. ¡No apartéis la vista!
El toque artesanal ya sabemos que está muy de moda pero no imaginábamos que tanto. Y el descubrimiento ha venido de la mano de la tienda Andy Wolf Eyewear. Esta óptica austriaca, ubicada en la localidad de Hertberg, ha diseñado una experiencia de compra única. Se trata de un paternóster que funciona como expositor en el que se colocan las gafas. Un paternóster, originariamente, es un elevador que funciona de manera continua, un mecanismo que hace subir y bajar dos cubículos para un máximo de dos personas. En esta tienda es un mueble que tiene una manivela que el usuario gira para que las pequeñas estanterías que lo componen se muevan y poder tener al alcance los 24 modelos de gafas.
Andy Wolf Eyewear propone una experiencia interactiva y lúdica gracias al display fabricado con restos de madera y con metal, tanto puro como oxidado. Hasta la soldadura y el ensamblaje de las piezas han sido efectuados artesanalmente en Austria.
Original y luminosa es otra bonita óptica que nos inspira. Tiene una atmósfera limpia gracias al tono blanco y a que las paredes tienen solamente lo esencial. Esto es una selección de gafas de diferentes colores que sobresalen. El toque más creativo viene por la original estantería donde están colocadas: un display pintado en la pared.
Detrás del mostrador de caja hay diferentes módulos con formas y colores distintos, que llaman la atención del consumidor cuando es atendido o, incluso, cuando está efectuando su compra. La tienda, localizada en Bélgica, es un espacio sencillo con estos contrapuntos que la dotan de vida, como también lo hacen tanto el mostrador de madera (más clásico,), como el mobiliario sobrio (sillas y mesa), en tonos blanco y verde, para que el consumidor se relaje mientras se prueba las gafas y comparta opinión con sus acompañantes.
Y sin salir de Bélgica nos ha encanto otra pequeña tienda de gafas que tiene mucha personalidad. En la localidad de Lovaina encontramos una encantadora óptica para niños cuyo exterior no llama la atención, aparte de lo bonito de su edificio (típico del centro de Europa). Eso sí, desde fuera pueden verse unos curiosos objetos coloridos colgados en sus paredes.
Traspasar la entrada es increíble: pequeños muñecos amarillos que llevan múltiples gafas para niños. Toop desprenden diversión y carácter aventurero, con su gran naricilla y sus pies en alto. La mamá de Toop los observa desde el techo de la tienda: un gran muñeco amarillo que lo cubre entero y vigila desde arriba. Nos encanta que una tienda sea divertida, y más cuando se trata de artículos relacionados con la salud de los más pequeños.
Os animamos a que le deis un toque entretenido para hacer de las vuestras unas bonitas ópticas y, sobre todo, con personalidad. Y os animamos a que, luego, nos lo contéis.
Fuente imagen: retaildesignblog.net