La realidad producida digitalmente y aplicada al comercio no es nueva en este blog. En el post de hoy os contamos algunos ejemplos de hologramas en el retail.
Encontramos el caso de la tienda de lencería Empreinte L’Atelier Lingerie que utilizó este tipo de tecnología en su display exterior, de manera sugerente. En plena cristalera del 13 de la Rue Saint Florentin, hacía acto de aparición una joven con uno de los modelos de la firma. Pero aparecía como por arte de magia y después de mostrar el diseño de la colección se desvanecía. Era un holograma proyectado por un foco de luz que hacía visible la imagen en movimiento, como si realmente estuviera en el local. La figura tridimensional permitía atraer la atención y dar a conocer el artículo cuando el comercio estaba cerrado. Este tipo de tecnología supone una buena estrategia para contrarrestar el horario ininterrumpido de otras firmas con presencia online.
Otro ejemplo de uso de hologramas cuando la tienda no está abierta es el que utilizó la marca británica Paul Smith. Su establecimiento de Covent Garden habilitó una pantalla que permitía al transeúnte elegir entre tres modelos de traje masculino (morado, rojo y un colorado bermellón). La elección de cada vestimenta llevaba consigo un movimiento que el holograma (sin cabeza, manos ni pies) realizaba. De esa forma, el potencial cliente podía ver cómo el tejido se adaptaba con cada acción. La obra fue creada por el diseñador Carl Bresnahan y daba cuentas de cómo Paul Smith arriesga no solo en la esfera textil.
Cada vez más son las tiendas que experimentan formas para sacarle partido a sus escaparates, incluso estando cerradas. Hemos hablado, en este blog, de comercios que utilizan realidad aumentada para sus expositores exteriores y también, de forma más sencilla, de pantallas que permiten visualizar los catálogos de producto en línea. Otra propuesta, más humilde e ingeniosa, para dar a conocer los artículos fue la utilizada por Boga Zapatería, que os comentamos en nuestro post de escaparates lúdicos. Aquella consistía en una marca en el cristal sobre la que el transeúnte ponía la mano para conocer más sobre la tienda vitoriana.
El tiempo nos dirá la manera en la que los comercios van utilizando los hologramas en sus displays para atraer la atención de potenciales clientes, con el establecimiento abierto o cerrado.
Excelente información, gran aporte al blog.
Muchas gracias por tu valoración 🙂
Un saludo