Cuando decimos que todos los elementos de una tienda contribuyen a la imagen de marca, también nos referimos al cartel de abierto y cerrado. Éste deja una impresión concreta en el paseante, y puede incitarle a entrar o no.
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Estamos acostumbrados a los habituales rótulos sencillos, los más tradicionales, colgados en la puerta de entrada, en su parte interior. La tienda australiana Treadly Bike Shop, especializada en la venta y restauración de bicis y accesorios, ha utilizado una hoja informativa sobre una carpeta. Ésta es de madera rústica, lo que unido a la sencillez del aviso, aporta una imagen de calidez para el visitante.
Otro cartel sobrio, incluso más, que os puede inspirar es el del comercio especializado en café Clive Coffee. Un simple “Open, come on in!” puede resultar práctico para que una persona atraviese el umbral en busca de alguna especialidad de grano o de clases impartidas por baristas de nivel.
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Aunque, en lo que respecta a hospitalidad y gracia, nos parece que se lleva la palma el lema “We are open! It’s really warm inside”. Escrito en un escaparate de una tienda que desconocemos, es un letrero amable y transmite naturalidad al estar rotulado. Ello refleja no solo cercanía, también dinamismo y cuidado por el detalle, cualidades fundamentales para un retailer.
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La facilidad con que podéis personalizar vuestro cartel de abierto y cerrado depende de vosotros. Comercios que utilizan fuera de su establecimiento desde maletas customizadas invitando a entrar, hasta artículos propios de la firma. La web Homeroad da una idea de rótulo de acceso materializado en tela, a modo de lienzo. Un concepto que os puede venir muy bien, sobre todo si vuestra empresa elabora productos artesanales. Sea del modo que sea, con creatividad podéis aprovechar vuestro género para mostraros y refrendar vuestro mensaje.
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Los letreros pueden ser genialmente funcionales, al integrar en un mismo soporte interactivo tanto el permiso de acceso como su negación. Otra posibilidad que podéis considerar es utilizar un elemento de uso común y darle un matiz extraordinario. La originalidad de un libro abierto, por ejemplo, como invitación a entrar es una metáfora de puertas abiertas; de transparencia. En el lado opuesto a esta idea, encontramos indicaciones de “Abierto” más innovadoras, con neones de gran tamaño para cada letra. El escaparate atraerá, más que nunca, a los viandantes.
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Si hablamos de carteles que puedan dejar con la boca abierta a los transeúntes, los objetos colocados en el exterior son un seguro. La tienda especializada en artículos caninos Shop Dog Boutique, en la ciudad de Sioux Falls (Dakota del Sur), usa de reclamo la figura de un gran perro junto a un surtidor de agua made in USA. En éste puede leerse “Open”, algo que sacará más de una sonrisa, si además se ve el mensaje colgado en su Pinterest: “I wonder what lucky dog will get to pee on it first” (“Me pregunto lo afortunado que será el primer perro que orine en él”-el surtidor-).
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Las antigüedades también dan mucho juego como señal que indique el paso, porque además de prácticas transportan a otros tiempos. Ya sean puertas de camionetas vintage, customizadas, o bien material sin restaurar en forma de asientos. Éstos pueden sugerir a los amantes de estas piezas el potencial que tienen, además de informarles de la apertura del comercio.
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Os animamos a que hagáis vuestro propio rótulo de abierto y cerrado a vuestro estilo, y nos mandéis una prueba del resultado. Si no tenéis conocimientos extensos de diseño, Canva os puede ser de mucha ayuda. ¡Dadle vida a vuestro local!
[…] claro y conciso. Y si tiene un buen diseño, mucho mejor. Como os contábamos hace tiempo, el cartel de abierto y cerrado, además, también contribuye a nuestra imagen de marca, y en la era de Instagram podemos utilizarlo para que la gente se haga fotos incluso con un mensaje […]