El impacto negativo del plástico en el medio ambiente es una realidad desde hace tiempo contra la que debemos luchar. Un problema mundial ante el que se han empezado a tomar medidas en el comercio para limitar y evitar su uso en packaging y envases, como la prohibición de las bolsas de plástico en las farmacias y otros negocios.
El plástico, y el polietileno en concreto, es uno de los materiales más utilizados para la producción de bolsas de la compra. Se calcula que cada persona utiliza al año unas 230, así que imaginad la cantidad de este material que se produce anualmente en todo el mundo: toneladas de plástico que tardan entre 100 y 400 años en desaparecer, dependiendo de la densidad del polietileno con el que se han fabricado.
Para colmo, y por desgracia, el ser humano no se caracteriza por su sensibilidad hacia el medio ambiente. Aunque cada vez se está concienciando más a la población, no hay más que pasear por cualquier zona en la que se haya celebrado una fiesta, manifestación o evento, para comprobar cómo al terminar se acumulan los restos de basura por el suelo. Incluso en las playas y bosques.
La contaminación del mar por culpa del plástico no es algo nuevo, y ya desde el siglo pasado la comunidad científica se ha esforzado por meternos en el “coco” sus efectos tan desastrosos. Las cifras asustan: entre casi cinco y trece millones de toneladas de basura plástica llegan al mar cada año, y es el material más habitual entre los residuos que se encuentran en el agua. Y aunque hay quien piensa que son problemas que quedan lejos, lo cierto es que se han encontrado también restos de microplásticos en mariscos y pescados como el atún o el pez espada. Es decir, que si nos descuidamos podríamos perfectamente cenarnos un tataki al plástico. Irónico, ¿verdad?
Las medidas ecológicas en el comercio
Por eso, iniciativas como la prohibición de las bolsas de plástico en las farmacias es algo tan positivo, ya que son medidas importantes para que la Tierra no acabe como en la película original de El Planeta de los Simios. La intención del Gobierno es prohibir la entrega de este tipo de envases, de forma gratuita, desde el año 2018. A partir de ahí se cobraría un precio mínimo al cliente en función del espesor de la bolsa y se limitaría su uso.
Algunas Comunidades Autónomas, como Cataluña que comenzó en marzo, ya han implantado esta medida, en la que se “penaliza” en cierto modo la entrega de bolsas plásticas en las tiendas. Lo cierto es que se trata de una medida totalmente lógica y que incluso muchos clientes demandan en sus comercios, gracias a una conciencia ecológica que poco a poco se está generalizando.
La prohibición de este material ha provocado que las farmacias opten por entregar medicamentos y otros productos en bolsas de papel, en vez de tener que cobrar entre 5 y 30 céntimos de euro a sus clientes por una de plástico. Probablemente estos dos tipos de envase convivirán durante un tiempo, hasta que nos acostumbremos a utilizar solo las de papel, que son realmente mucho más ecológicas y sostenibles.
Ventajas de las bolsas de papel en el comercio:
1. Son reciclables: se trata de un material maleable y que se puede convertir en otro material, con lo que obtiene una segunda vida, e incluso una tercera, cuarta…etc. Por ello se limitará el consumo de su materia prima y el impacto sobre la naturaleza no es tan elevado.
2. Se pueden usar más de una vez: ¿quién no ha guardado bolsas de papel o cartón para utilizar en algún otro momento? De hecho, en muchas familias, se guardaban las “bolsas buenas” para trasladar alimentos en reuniones familiares, entregar regalos o simplemente llevar aquello que una de plástico no podría soportar.
3. Respetuosas con el medio ambiente: al combatir las emisiones de CO2, su impacto en la atmósfera y la contaminación se reduce.
4. Dan mejor imagen a las marcas: utilizar el papel en el packaging está de moda. Desde en los mercados hasta las empresas más punteras. Queda mucho mejor volver de la compra con el pan metido en un estuche de papel que dentro de una bolsa de plástico, ¿a que sí? El cartón y el papel aportan una imagen mucho más artesana, más de elaboración propia y menos industrial, así que la imagen de las empresas también se beneficia de ello.
¿Por qué apoyar la prohibición de las bolsas de plástico en las farmacias?
En definitiva, la prohibición y la limitación de uso de las bolsas de plástico en las farmacias es un paso necesario y muy beneficioso no solo para el medio ambiente, también afecta de forma positiva a las empresas, que pueden encontrar alternativas más responsables, como comprar bolsas y el packaging de papel, a precios muy competitivos y que a la larga son positivo tanto para el comercio como para los clientes. ¿Ya las estáis utilizando en vuestra tienda? Si no es así, evidentemente, os invitamos a que os paséis por nuestra tienda online y encarguéis vuestro primer pedido, tenemos un muestrario muy amplio y descuentos en función de la cantidad que necesitéis. ¡Son todo ventajas!