El mundo niños es algo a tener muy en cuenta cuando se tiene una tienda, ya que un gran número de clientes entrarán en nuestro comercio con carritos de bebé o pequeñajos cogidos de la mano. Y los retailers debemos estar preparados para ello, porque de nosotros depende en gran medida el hacerles a los padres la experiencia de compra llevadera y que no suponga un infierno en la tierra. Y es que la existencia de tiendas para ir con niños, y preparadas para todo, es una ventaja durante las jornadas de compras.
Cada vez más negocios tienen en cuenta a las familias: desde hoteles con zonas especiales a restaurantes con actividades para que los mayores puedan comer en paz. Esto es importante para todos, también porque hay que conseguir un equilibrio perfecto con aquellos clientes que no quieran ver alterada su jornada de shopping con gritos, lloros o el escándalo lógico en aquellas edades. La paz, e incluso la rentabilidad, de nuestro local dependerá de ello, y por eso vamos a ver aquí algunas ideas para lograrlo.
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Es una de las soluciones más habituales en retail: proveer a los niños de lápices y cuadernos para dibujar y colorear. Para ello lo mejor es habilitar una zona discreta, ligeramente apartada de la principal, para que los padres puedan dejar a sus hijos y despreocuparse en la medida de lo posible.
Eso sí, bajo ningún concepto debemos dejar a los niños sin supervisión, ya que se convierten en nuestra responsabilidad en cierto modo y además no querremos encontrarnos con paredes pintadas, lápices descuartizados en el suelo o atragantamientos indeseables. Solo así los padres podrán realizar sus compras a gusto y confiarán en nosotros en el futuro.
Muy habituales en jugueterías, que suelen estar acostumbradas a este tipo de público. Aquí de lo que se trata es de involucrar al niño en una experiencia lúdica que concentre su atención durante un buen rato, y para ello, y si tenemos la posibilidad, lo mejor es contar con uno de nuestros empleados dedicado a esta tarea.
Las actividades que se deben plantear han de tener en cuenta el espacio comercial, no ser demasiado ruidosas y tener los elementos adecuados para todo tipo de edades, de los que además debemos tener en cantidad suficiente para evitar las peleas.
No hay nada mejor para dejar “ko” a un niño que una pantalla. Cada vez están acostumbrados al mundo YouTube y a ver lo que les apetece en cualquier momento gracias a los móviles y tablets. Por eso, y si podemos hacerlo en nuestro comercio, dedicar una zona específica para hacer un mini cine es una de las cosas más útiles que podemos tener. Además del despacio hacen falta cojines, sillas, o lugares en los que los niños puedan permanecer a gusto, y, como es lógico, también una pantalla con un tamaño adecuado. En cuanto al sonido, creemos que no es indispensable, ya que son las imágenes lo que realmente les va a atrapar.
¡Ah! Y que la programación sea apta para niños, ya que no todos los contenidos, por muy infantiles que sean, son para todo el mundo. Nuestra recomendación es optar por dibujos tradicionales, como las películas de Disney de toda la vida, o series blancas, sin violencia ni contenidos que puedan impresionar a los pequeños espectadores.
Una de las opciones más habituales en las tiendas para ir con niños, ya que no requiere habilitar un lugar específico y los padres no se tienen que separar de sus hijos. Es utilísimo, por ejemplo, en los supermercados, uno de los lugares más problemáticos para ir con acompañantes infantiles: la idea es proporcionar a los niños de herramientas para que jueguen a ser mayores, como un mini cuaderno impreso con productos del súper para que hagan su propia lista de la compra o vayan tachando aquello que seleccionan sus padres. Así estarán concentrados en la tarea, al menos un buen rato y se sentirán útiles.
Es una opción un poco más sofisticada, ya que requiere contar con un profesional infantil, pero si tenemos los recursos y el espacio, es sin duda la mejor manera de contentar a unos y otros. Los mayores podrán realmente aprovechar las compras y estar relajados durante un rato y ofreceremos a los más pequeños un entretenimiento adicional que les tranquilizará, sobre todo si están especialmente cansados de ir de tiendas. Los cuentacuentos, las obras de teatro con guiñoles y los animadores infantiles saben cómo llamar la atención de este público y podremos confiar en ellos para que nuestra tienda sobreviva a su visita.
También dan buen resultado y requieren la concentración del niño. La idea aquí es darles un listado con pistas de cosas que deben encontrar siguiendo un recorrido, si las consiguen todas, se llevan un premio. Y premio es una de las palabras favoritas de cualquier niño, está comprobado ante notario. Hay que tener en cuenta también a los adultos, ya que esta actividad no debe interferir con sus compras y sí hacérsela fácil y llevadera. El juego no tiene por qué ser muy largo, puede ser un solo objeto escondido, que será el premio, o varios, por ejemplo, las diferentes piezas de un muñeco.
En todas estas ideas es vital la coordinación con los adultos que acompañan, ya que son ellos los que deben acceder a participar, y por eso el planteamiento de cada actividad debe ser sensato y realizable sin generar demasiada hiperactividad infantil. Si lo hacemos bien, es casi seguro que se incluya nuestro comercio entre la lista de tiendas favoritas para ir con niños, porque nos convertimos en aliados de los padres y en una solución de valor incalculable para muchos de ellos.
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