En la era de la información a un solo click, con rápido acceso a Internet, muchas empresas nos engañan sobre su actividad real. Podemos pensar de manera utópica y creer que una corporación paga los impuestos en su país de residencia. Nada más lejos de la realidad, pues bien es sabido que “Hecha la ley, hecha la trampa”. Muchas compañías se las arreglan para evadir sus responsabilidades fiscales y ahorrarse tu dinero para ellos mismos en lugar de entregarlo al Estado. Tributan en otros países donde los tipos son más reducidos que en aquel donde corresponde hacerlo. Precisamente por esta problemática nos gustaría explicar en este artículo qué es la huella fiscal y por qué cuando consumes votas.
Tal vez sea la primera vez que escuchas este término. La huella fiscal es una iniciativa de la Fundación Knowcosters. Esta organización surge en 2013 con la finalidad de informar a los consumidores sobre lo que realmente están comprando, sin trampas. Son una entidad transparente, sin ningún ánimo de lucro. Solamente para hacerte llegar la verdad de los impuestos que has tributado. Aquí os dejamos el vídeo de presentación de la institución para que podáis comprender mejor su labor:
Cuando en Bolsalea nos enteramos de que existía dicha entidad, quisimos formar parte la misma. En nuestra web, siempre indicamos las propiedades de nuestros artículos, porque sentimos que son los atributos que nos definen: biodegradables, reciclables, Made in Spain, etc. ¡Ahora también añadimos en la firma que contamos con la huella fiscal! La manera de garantizar a dónde van a parar tus impuestos, puesto que cumplimos con los requisitos establecidos para obtener la acreditación. Estos son: pagar el IVA y el Impuesto de Sociedades en el mismo lugar donde la compañía se ha censado.
¿Tu comercio electrónico cumple con las mismas condiciones? Puedes pedir tu distintivo gratis al rellenar este sencillo formulario. Incluso tienes la opción de tramitarlo por teléfono con la fundación. Tras unos breves pasos estás más cerca de que los usuarios reconozcan tu e-commerce como una tienda online fiable y honesta.
Cuando pides que los productos sean cada vez más baratos ¿qué coste está teniendo realmente por detrás? Nada es gratis, ni siquiera la reducción de los precios. El low cost conlleva que países tercermundistas continúen en la misma situación después de tantos años y tras ver el desarrollo de los que están arriba. La esclavitud del siglo XXI es ofrecerte unos vaqueros fabricados en países tercermundistas bajo condiciones deplorables a 20€ y otros de primer nivel confeccionados con materiales de calidad por artesanos españoles a 100€.
Lo primero es no mentirse a uno mismo. Sabemos que vas a optar por los pantalones baratos para el día a día y tal vez adquieras los caros para una ocasión o evento especial. Sin embargo, cuando tus vaqueros se desgasten por el uso continuo, volverás a buscarlos, y puede que incluso, ¡oh sorpresa! Tengas la suerte de pillarlos a la mitad con unas rebajas muy jugosas. Déjanos dudar sobre la garantía que ofrece un mismo artículo que ahora se presenta con un descuento descomunal. ¿Qué estábamos pagando antes? La empresa nunca va a renunciar a su beneficio, por tanto es evidente que antes estabas costeando unos márgenes bastante altos. Al final el proveedor no obtiene un salario favorable, solo el último que participa en esa cadena. La cara al público que te atiende amablemente.
Te preguntarás además por qué la tienda de tu barrio nunca alcanza unas segundas rebajas. Esos vaqueros cuya etiqueta te echaba para atrás, han sido diseñados con una materia prima nacional, tal vez de procedencia ecológica, para poderlo considerar un comercio de proximidad con valores sostenibles. Por esta razón, “Cuando consumes, votas”. ¿Estás de acuerdo con la sobre explotación presente en las naciones con mayor índice de pobreza? Es la única vía para que la mercancía llegue a occidente y se consiga vender a precios ridículos en cadenas gigantes que lideran el mercado. Las cuales tributan en paraísos fiscales sin aportar nada al estado de bienestar europeo del cual tienes la suerte de poder disfrutar todavía. Hasta que sea demasiado tarde y esta rueda, donde los valores se desequilibran y toman rutas alternativas, acabe eliminando las ayudas sociales.
Aplicando el mismo ejemplo a nuestro sector descubrimos que el cliente tiene un gran abanico de opciones a las cuales “votar”. Bolsas de plástico contaminantes por un lado o bolsas de papel producidas en España y fundas de tela elaboradas en talleres rurales por el lado contrario. Corriente ecologista en una mano y mentalidad “Dámelo barato” en la otra.
Si este es el mundo en el cual quieres seguir viviendo no hagas ningún cambio en tu rutina. Sabemos que no es fácil convertirse en un knowcoster y renunciar a las marcas baratas que tanto nos gustaban y salvan el fin de mes. A pesar de que comprando en sus tiendas estamos destruyendo por detrás al planeta. Seamos conscientes de dónde depositamos nuestro dinero y a qué causas se va a destinar. Por lo menos, cuando quieras volver a tus marcas low cost ya sabrás en qué se fundamentan sus gangas. En este vídeo lo explican de forma visual junto a una canción que pretende ser educativa. A nosotros nos ha gustado mucho y por eso queremos incluirla en el post:
Creemos que estos temas pueden generar un debate muy interesante en los comentarios. Por favor, ¡no seas tímido y comparte tu opinión con los demás! Nos encanta cada oportunidad de dialogar con vosotros. Por último, difunde este contenido en redes para que aumenten los comercios españoles con la huella fiscal.