“Uno de los más excitantes aspectos del renacimiento de la industria de la micromanufactura en USA es que las compañías con carácter emprendedor no tienen que operar más como meros subcontratados a la sombra de las marcas que dominan el mercado. No ha habido una época mejor para que podáis desarrollar vuestra marca y darlo todo en el intento”. Éstas son palabras de alguien que conoce bien el carácter emprendedor y el empuje que una iniciativa empresarial supone, Mark Dwight quien posee una empresa de bolsas en San Francisco.
Alma máter y CEO de Rickshaw Bags, es la constatación de que en California no sólo de tecnología vive el entrepeneur. En pleno Downtown de San Francisco, en concreto en Dogpatch, viejo barrio industrial de la capital, tiene el epicentro en forma de fábrica de manufactura textil este proyecto de confección de bolsas para diferentes usos. Este taller, en el que trabajan 20 personas en el desarrollo de los productos, gusta de contar historias por medio de cada bolsa, cada una la suya, dicen.
A través de la tienda online, para quién no pueda visitar el establecimiento, dan la oportunidad de customizar los portafolios, las fundas para Mcbooks o tabletas, los estuches, bolsas para portátiles en las que pueden integrarse revistas y otros útiles con sus múltiples accesorios, o las bolsas de mano para portar cualquier objeto a modo de bolso informal.
Precios desde los 25 dólares hasta los 190 (dependiendo de si es una Tote bag o un Commute 2.0 Laptop), con facilidades de devolución en 30 días, hacen de este proyecto de retail, con un marcado estilo urbano y práctico como el carácter de los sanfranciscanos (modernos, ecológicos, moteros y ciclistas), algo a tener en cuenta dentro de un vivero de empresas punteras y emprendimiento como es la costa oeste estadounidense. A 50 millas al norte de Silicon Valley, Mark Dwight y sus colaboradores demuestran que hay cabida, en ese entorno, para la manufactura, para el comercio confeccionado a mano y personalizable, independientemente de apps y desarrollos de software.
Muestra de este espíritu con vertiente tradicional, Rickshaw Bags gusta de surtirse adquiriendo materiales de manufacturas norteamericanas y trabajando con empresas locales subcontratadas que llevan a cabo las tareas que ellos mismos no abarcan. Sinergia y cooperación manufacturera plasmadas en el proyecto desarrollado con la plataforma web Kickstarter que aporta capital para proyectos creativos. Las Tote bags de Rickshaw Bags fueron confeccionadas con un tejido de tweet, también compuesto por hilos de botellas de plástico. Éstas fueron convertidas en trozos esmaltados y de ahí en hilos en una suerte de poliéster que configura una variedad de bolsas referenciadas en la plataforma y en el twitter, tanto de @rickshawbags como de @Mark Dwight, acompañados de los significativos hahstags: #madeinusa #madelocal. Nos hace felices encontrar empresas de bolsas con valores similares a los nuestros.
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