Una de las jugadas maestras del póker mezcla la variante color con el orden de las cartas en la baraja. La escalera de color desarma al resto de jugadores y suele ser sinónimo de victoria. En el mundo del comercio la variedad cromática también es clave para la adquisición de un producto y conocer cómo funciona la psicología del color en la decisión de compra es imprescindible.
Los diferentes tonos afectan a la parte más subconsciente y primaria del individuo y le motivan a actuar en un sentido u otro, según las sensaciones que le provoquen, algo que los comerciantes deben saber. En un estudio realizado por la plataforma de analítica web Kissmetrics, la apariencia visual y el color de un producto son los factores clave en sus compras en un 93% de los casos, por delante de la textura (6%) o del olor-sabor (1%). Este estudio muestra cómo el color ayuda a definir su uso según las zonas del comercio o sus tipos:
-Amarillo: suele dar buen uso en escaparates por ser tan llamativo.
-Rojo: su carácter enérgico ayuda a dar el empujón al cliente en épocas de liquidación de stock.
-Azul: es una tonalidad recurrente en bancos al transmitir confianza y tranquilidad.
-Verde: asociado al relax y a las tiendas que quieren transmitir buen rollo.
-Naranja: es un color enérgico, para una empresa y un público atrevidos.
-Las tonalidades rosas suelen dirigirse al público femenino y productos como los de belleza.
-Blanco: da pureza y es fácilmente combinable en cualquier tipo de comercio.
Compradores impulsivos llamados por tonalidades enérgicas, conservadores a los que apaciguan los tonos pastel o los que gustan de variedades cromáticas oscuras que disponen de un presupuesto más ajustado a la hora de comprar.
Si bien, las teorías típicas de la piscología y del uso del color establecen estándares como los mencionados, es decisión de cada comercio la estrategia cromática que quiera disponer tanto de forma global, a través de su logo, los colores elegidos para sus locales o productos, como de forma esporádica en productos de temporada o promociones especiales, por poner ejemplos.
Romper cánones y arriesgar puede dar buen resultado, así como combinar tonalidades más alejadas de los estándares, asociándolas. Piergorgio Sandri escribió, en este interesante artículo de La Vanguardia, casos de éxito en los que marcas de peso dieron un giro de timón en el uso de sus colores: el Ketchup verde de Heinz, el abandono del rojo por el azul de Pepsi o el verde asociado a McDonald’s coincidiendo con la promoción de productos más saludables.
No sabemos lo que el neuromarketing, esa rama incipiente que aborda los hábitos comerciales desde el impacto que provoca la parte más emocional de los consumidores en su compra, determinará (a medida que se desarrolle) acerca de un mejor uso del color en los consumidores, pero lo que sí es seguro es la utilidad que arroja, para cualquier comercio, la psicología del color en la decisión de compra final.
Fuente
Muy curioso y muy interesante este artículo sobre los colores.
Gracias Bolsalea
[…] visto en anteriores post cómo los comercios buscan diferenciarse a través de la experiencia de compra que ofrecen al […]
[…] anteriores hemos hecho alusión a distintas facetas del neuromarketing como el efecto que los colores producen en la decisión de compra o cómo lo hace la música. Demostrado está la fuerza del […]
[…] motiva y emociona adecuando, así, los productos y el establecimiento a sus gustos. Las fragancias, los colores utilizados, la posibilidad de tocar el género e interaccionar con él; la música de fondo. Todo suma para […]