“Una espiga hay en el campo, una espiga colorada. Si juntos la cosechamos, grande será nuestro pan” cantaba Víctor Jara. En Bolsalea sabemos de la importancia que este producto tiene en nuestra cultura y gastronomía, por ello hoy os hablamos de nuestras fundas de pan.
Acostumbrados estamos a los soportes de esta mercancía cuyo género es el papel kraft como en nuestras bolsas de papel. Este material le confiere a la funda un estilo sencillo, discreto y lo suficientemente resistente como para aguantar el peso de una pieza , dos, tres o cuatro de pan. 36 gramos de grosor y cuatro medidas diferentes, desde la más estrecha de 9 cm a la más ancha con 18. Pero estas bolsas para el pan también las tenemos disponibles en papel celulosa y en cuatro opciones diferentes.
Dos son los colores bases con que confeccionamos esta funda, utilizada tanto en pequeños comercios como en grandes superficies: blanco y habana. Tenemos dos diseños ya estandarizados: espigas de color lila y naranja, impresos sobre fondo blanco y lila, respectivamente.
Este tipo de papel, como todos los de nuestras bolsas, es reciclable, por tanto también reutilizable, y ecológico ya que procede de árboles integrados en bosques de tala controlada. La certificación FSC y PEFC avalan una gestión forestal responsable y garantizan un procesamiento del papel concienzudo y sostenible. Ambas aportan el sello de seguridad a estas fundas de pan que comercializamos a partir de 2.000 unidades.
Estas fundas de pan están fabricadas con papel apto para el contacto con el alimento por lo que puede entregarlas a sus clientes con toda tranquilidad.