En el post de hoy os hablamos de cómo, cada vez más, la moda se inspira en las bolsas de papel para fabricar sus diseños más trendy.
Jill Sander revolucionó las pasarelas al incluir, como complemento, bolsas de papel kraft, muy comunes en EEUU para llevar el almuerzo. La colección masculina del otoño-invierno de la firma integraba las lunch bags en el clásico tono habana y en uno oscuro metalizado.
Confeccionadas con una capa de papel que les aportaba ese toque arrugado, su parte superior podía doblarse como una auténtica bolsa del almuerzo. Sander arrasó con este modelo excéntrico y original que otras firmas ajustarían a su estilo y a la forma de un bolso.
La casa francesa Celine adaptó, en la pasarela de 2013, esta inspiración a complemento de mujer, en piel y dividido en dos compartimentos separados por cremallera. La piel de la parte superior podía enrollarse dando el aspecto de una bolsa de papel para el almuerzo. Un must have cuyo usó empezó a generalizarse desde ese momento (ya se sabe el poder de una pasarela), aunque no fue la primera marca que empezó a comercializar bolsos para mujer con apariencia de bolsas de papel kraft.
La firma californiana Marie Turnor, ya desde 2011, cuenta con un catálogo amplio de productos donde sobresale este tipo de bolsos, confeccionados en piel y algodón, con aspecto festivo (por el acabado metalizados y brillante), o informal. El modo de llevarlo puede ser en la mano, con la parte superior enrollada (ya viene así) o debajo del brazo.
También con apariencia de bolsa de papel pero con asas, Loewe confeccionó su Papelle. Se trataba de un bolso producido en piel y con aspecto de bolsa de papel. En tres tamaños (grande, mediano, más pequeño) y color beige, Papelle combinó la sofisticación, marca de la casa, con el matiz cotidiano que tienen las bolsas de papel. La reutilización es uno de sus principales puntos fuertes.
Firmas más asequibles como Zara y Fun&Basics lanzaron sus propios modelos de inspiración paper bag abriendo la senda a la generalización de un producto también sujeto al universo DIY (Do It Yourself). Para esto, el origami es una de las técnicas que mejores resultados puede daros si queréis ofrecer a vuestros clientes una experiencia de compra más completa y original con un packaging que podéis enseñarles a personalizar, una vez hayan transportado el producto adquirido.
Precisamente, nuestras bolsas de papel son perfectas para cualquier tipo de reutilización posterior, como demostramos en el taller de origami en el que colaboramos con Symbool.
Os animamos a echar un vistazo a nuestro catálogo de bolsas de papel para encontrar esa inspiración que os hará crear algo único, en el mundo de la moda como en otras áreas.
[…] Ya en 2013 y gracias al trabajo de marcas como Marie Turnor, nos hicimos eco de la moda que llegaba. Por primera vez se cambiaban los papeles, y materiales de lujo como la piel imitaban al papel, en bolsos que se arrugaban y no tenían ningún problema en mostrar las imperfecciones típicas de este material. El lujo imitaba a lo cotidiano. Dos años más tarde, y lejos de ser una tendencia pasajera, la moda de los bolsos que imitan bolsas de la compra continuaba, y la calle se llenaba de versiones en materiales de lujo del packaging tradicional de papel. […]
[…] Ya en 2013 y gracias al trabajo de marcas como Marie Turnor, nos hicimos eco de la moda que llegaba. Por primera vez se cambiaban los papeles, y materiales de lujo como la piel imitaban al papel, en bolsos que se arrugaban y no tenían ningún problema en mostrar las imperfecciones típicas de este material. El lujo imitaba a lo cotidiano. Dos años más tarde, y lejos de ser una tendencia pasajera, la moda de los bolsos que imitan bolsas de la compra continuaba, y la calle se llenaba de versiones en materiales de lujo del packaging tradicional de papel. […]